Lety la hormiguita y Vane la elefanta (2da parte).

Lety la hormiguita y Vane la elefanta (2da parte).
Ahora procedo a contarles sobre Vane, que en esa época rondaría los 27 o 28 años (yo rondaba los 32 o 33 años), había dejado trunca la carrera de administración en una de las universidades mas prestigiosas de Puebla, no le preocupaba porque sus papás divorciados tenían varios negocios cada uno, por lo que no hacía mucho de su vida.

A Vane la conocí en la empresa de un colega ingeniero, trabajaba por proyecto y solo por las mañanas, y en la tarde en uno de los negocios de su padre, y aunque tenía que ir de 3 a 7 pm, ella se salía antes de las 5 porque se iba al gimnasio que quedaba a unos metros del negocio, si la necesitaban, la iban a buscar ahí, hacía de 2 a 3 horas de ejercicio de lunes a viernes y el sábado 1 o 2 horas por lo que se mantenía en forma, sin embargo comía muchas frituras y demás comida y bebida chatarra, lo que provocaba no tener el tono muscular que debería con tantas horas de ejercicio diario

Ella era todo lo contrario a Lety, se aseguraba de que con su vestimenta todos notaran lo buena que estaba, aunque como ya dije la comida chatarra también le provocaba que tuviera un poco de llantitas y barriguita. Vestía la ropa mas ajustada y diminuta que encontraba a tal grado que alguna vez me comentó que le dijeron que no llevara sus vestiditos pegados y pequeños a ver a los clientes y cuando trabajaba en la oficina casi siempre llevaba ropa deportiva ajustada, medía unos 1.72m, guapa, cabello liso a media espalda, ojos verdes, pechos copa C, tremendas piernas y como después comprobé unas caderas y nalgas espectaculares; resulta que un día estaba yo solo esperando en la sala de juntas, que tenía paredes de cristal con las persianas recogidas, por lo que, de frente a mí, se veía el área de escritorios, Vane ya me había saludado e iba y venía, en un momento dado estaba de pie junto a uno de los escritorios dándome la espalda, estaba detrás de una de sus compañeras mientra hablaban, ese día llevaba unos pantalones de deportes y un top que le dejaban al descubierto la cintura, se empezó a poner una playera que dejó a la altura de la cintura, metió los pulgares en el resorte, empezó a moverlos de adelante hacia atrás y de repente que se baja el pantalón dejando al descubierto sus nalgas por unos segundos, tenía una tanga negra minúscula, no vi mas porque se bajó la camiseta y las cubrió, después se subió nuevamente el pantalón dejando la camiseta por dentro, se movió a otra parte, ahí fue donde vi que podía haber algo con ella, normalmente solo nos saludábamos, ella hacía trabajo de oficina, por lo que no tenía nada que ver conmigo, sin embargo a partir de eso empecé a tratarla mas, ella era bromista y hablaba en doble sentido con algunas personas, yo empecé a ser de esas personas, con la salvedad que ella y yo comenzamos a abrazábamos al saludarnos y cuando creíamos que nadie nos veía, nos restregábamos nuestras partes corporales, después bajaba la mano a las nalgas y se las acariciaba, ella empezo a hacer lo mismo conmigo, lamentablemente para ella no tenía mucho que agarrar; así estuvimos varios meses.

Un viernes necesitaba unos documentos y cuando marque a la oficina de mi colega para solicitarlos pregunte por Vane, acordamos vernos al otro día para desayunar y que me diera los papeles, pasaría por ella a las 10. Al otro día llegue puntual con mi aguja apuntando al norte, me recibió con un pantaloncito corto y una blusita de licra con unos tirantitos, sus piernas eran hermosas, me dijo que entrara, nos abrazamos con fuerza, le bese el cuello, me dijo que tenía que esperar algo que le tenían que llevar del trabajo, que después de eso nos íbamos, paso el rato y nadie llegaba, le dije que qué hacíamos, ella iba y venía, me dijo que no desesperara, estaba sentado en un sillón grande y después de un rato por fin fue a recostarse junto a mí, recargo su cabeza en el brazo del sillón y paso sus piernas por encima de las mías, como llevaba el pantaloncito procedí a acariciarlas y empecé a besarle los pies, ella empezó a decir sonriendo "no, no" pero seguí, hasta que después de unos momentos le pasé la mano por la parte interna del muslo hasta llegar a su entrepierna, pero me quito la mano y seria me dijo: "todavía no", yo agregue "esta bueno, pero nos vamos directo a coger después de que llegue tu encargo", estaba bien caliente, "si claro, pero sigue acariciándome como al principio, pero no llegues a mi tesorito, ándale", continúe y de repente que se aparece su hermano menor, como de 20 años, que en calzones bajaba de las escaleras (nos quedaban enfrente), ella no se inmuto y le pregunto que qué pasaba, a lo que él respondió qué si le hacía un sándwich, me dijo que la acompañara a la cocina, yo ya perdía las esperanzas, me dijo que no desesperara y me animo a que la abrazara por detrás, al tiempo que con su dedo índice derecho se tocaba el lado izquierdo del cuello para que se lo besara, preparó el encargo mientras que yo, detrás de ella, empujaba hacia adelante con el pene erecto debajo de mis pantalones y ella empujaba hacía hacia atrás con sus nalgas, al tiempo que le acariciaba los pechos y le besaba el cuallo y hombros; regresamos a la sala y ella subió el sándwich, un momento después ella regresó, con expresión pícara, con unos pantalones deportivos holgados en lugar de los pantaloncitos cortos, le pregunté por qué se había cambiado, se rio y me dijo "vas a cogerme aquí si no me protejo, jajaja", pero cuando paso junto a mi le baje los pantalones hasta las pantorrillas, al tiempo que le decía "¿por qué?, no, no se te ven bien", llevaba una tanga azul marina la vista era espectacular, ella dijo "noooo" y me soltó un manazo riéndose, no le di tiempo a subírselos porque inmediatamente me abrace de su cadera y empecé a besarla en el vientre, pubis, caderas, muslos, al tiempo que le apretaba las nalgas con las manos, siguió riéndose mientras forcejeaba sin nada de fuerza, se tiro al sillón y después de unso momentos se prendió y me dijo que nos fuéramos a su cuarto, pero le pregunte que si no había problema con su hermano, me contesto que no, que él andaba en su mundo y que ni le iba ni le venía.

Subimos a su cuarto, paso al baño y cuando regreso dejo una botellita en el buró al lado de su cama, no le puse mayor atención hasta después. Nos acostamos en su cama, rápidamente empezamos a desnudarnos, yo estaba totalmente desnudo y ella se quedó con sostén y tanga, siempre me gusta dejarlas así pero luego pedirles que se terminen de quitar la ropa, me empujo para que me recostara y empezó a besuquearme por todas partes hasta que llego al pene y procedió a chuparlo, la retire y la recosté junto a mí y empecé a besarle los pechos y el cuello, al tiempo que ella se quitaba el sostén, con mi mano derecha empecé a sobarle entre las piernas por encima de la tanga y ahí note un bultito que de momento no le puse atención, en un momento se movió para que se pudiera quitar la tanga y después me puso la mano en la mejilla empujándome levemente hacia su vagina, quería que se la comiera, para mí eso es miel sobre hojuelas y presto me coloque entre sus piernas para proceder a comerme su tesoro, previos besos en las áreas cercanas a su vagina, finalmente abrí sus muslos lo mas que se pudo y mientras lo hacía me fui sorprendiendo de lo que veía?

Su vulva parecía que había explotado, al abrirle las piernas todo era grande y sin problema se veía la uretra, la entrada de la vagina, los labios eran muy grandes, toda la vulva era muy grande, con las otras mujeres al abrir la boca puedo decir que puedo dejar toda o casi toda dentro de la boca, pero con ella no sé, ni lo intente? ahora que el clítoris (el bultito que había notado previamente) sí que era el mas grande que he visto, -he leído que las mujeres que hacen ejercicio de pesas y toman suplementos alimenticios les tiende a crecer el clítoris , vi algunos envases de eso en la cocina-, y eso que si algo busco cuando estoy con una mujer es hacerle sexo oral, o sea que he visto muchos de diferentes tamaños, pero el de Vane estaba totalmente fuera de parámetro, estimo que entre 1 y 2 cm. se salía del capuchón, rápidamente procedí a chuparlo con avidez, es el único que he podido, literalmente, mamar con los labios, parecía la punta de un dedo anular, continúe succionando mientras que con la lengua hacía un movimiento de arriba hacia abajo, de lado a lado o circular, hasta entonces Vane solo tenía la respiración un tanto acelerada y hacía pequeños gemidos, pero a partir de que empecé a chuparle el clítoris paso al siguiente nivel: resoplaba, gemía, pujaba, etc. al tiempo que con sus manos se apachurraba los pechos, la vista me prendió (me ha tocado que pocas mujeres se toquen los pechos), alcanzaba a ver que su cabeza iba de lado a lado y hacia atrás, dentro de su vagina tenía tres dedos estimulándole el punto G, no mucho tiempo paso para que empezara a tensar el cuerpo porque empezaba a venirse con fuertes gemidos, que mas bien parecían gritos ahogados, al tiempo que estiraba y trataba de juntar las piernas y en un momento dado con sus manos me empujo la cabeza hacia atrás y se estiraba con todo su cuerpo tenso, definitivamente la excitación que alcanzaba por ese medio era directamente proporcional al tamaño de su clítoris; me incorpore y busque en mis pantalones un condón pensando que si mis 15 cm. le iban a servir, empecé a colocármelo mientras Vane seguía ofreciéndome la parte final del espectáculo que es ver a una mujer en pleno orgasmo, no quería que se relajara, le volví a abrir las piernas y procedí a penetrarla, lógicamente entro como cuchillo en mantequilla a temperatura ambiente, pero no la sentí tan holgada como creía, diría que se sentía como la de cualquier mujer, eso me extraño pero ya no le tome mayor importancia y procedía a penetrarla en posición misionero, casi con furia, (aunque de repente el pene se salía), me apoyaba en las manos para tener mas apoyo y para poder ver sus reacciones y como se apretaba los pechos con las manos y movía la pelvis; dado que no deje que se relajara rápidamente se volvió a excitar y después de unos minutos se vino nuevamente, yo seguía aguantando por lo que procedí a seguirla penetrando al mismo ritmo, empezábamos a sudar, finalmente después de unos minutos volvió a tener otro orgasmo entre fuertes gemidos, pujidos y resoplidos, apretaba los parpados, la cabeza la movía de una lado a otro, de atrás a adelante y sus manos me jalaron para que quedara encima de ella, me abrazó pasando sus brazos el cuello, casí me estrangulaba, yo le pase las manos por debajo de sus nalgas y me aferre a ellas, seguí moviéndome con fuerza hasta que empezaba a venirme, me salí, me quite el condón y eyacule con cierta abundancia en su barriga y pechos.

Descansamos y en un momento dado se levantó y se aplicó el spray de la botellita y se fue al baño, tomé la botellita y vi que servía para contraer la vagina, ella no era madre, pero se recomendaba para mujeres que habían dado a luz o de edades mayores.

Momentos después estábamos retozando y empezábamos a excitarnos nuevamente, repetí el tratamiento previo pero esta vez me acomode para penetrarla en posición misionero, pero en lugar de hacerlo, me acomodé de rodillas y sentado en los talones y coloque mi pene en su clítoris y procedí a frotárselo, le gusto y me dijo que siguiera así, hice lo que me pidió hasta que se vino, al mismo tiempo me acomode rápidamente otro condón, la iba a penetrar pero me pidió que me recostara boca arriba, me monto y comenzó a moverse con fuerza y rapidez, se inclinó un poco apoyándose en sus manos, sus pechos quedaron a disposición de mis manos y boca, Vane era multi-orgásmica así que los orgasmos se sucedieron uno tras otro, a pesar de que por momentos el pene se salía, subí las piernas doblando las rodillas para minimizar eso y supongo que por el tamaño de su clítoris, este se rosaba en mi región púbica, no en balde me dijo que era su posición favorita, el ruido del chapoteo fue en aumento y era consecuencia de la cantidad de orgasmos que estaba teniendo, después de un rato le pregunte que si podía terminar, me dijo que si y luego de venirme se recostó encima de mí y me pidió descansar, ahora ella era la que sudaba copiosamente, en medio de su espalda había un camino de sudor que le bajaba hasta el ano, le masajee las nalgas durante unos momentos y luego se recostó al lado mío; me vi y toque la zona genital y el vello púbico estaba empapado y batido de fluido vaginal o de su eyaculación femenina, no sé. Descansamos un rato, creo que hasta nos quedamos dormidos, y después empezamos a besarnos nuevamente y con la mano derecha empecé a masturbarla con tres dedos de la mano derecha, seguí hasta que no mucho tiempo después se vino fuertemente, definitivamente su clítoris era el punto fuerte para sus orgasmos, al tiempo que yo me empezaba a colocar otro condón, se giró y se colocó en 4 patas y me dijo que de a perrito porque el clítoris ya estaba muy sensible, empecé a penetrarla con casi con furia, y ya en esa instancia, después haberme venido dos veces, le daba duro, primero para no perder la erección (de repente el pene se salía, lo que no ayudaba) y segundo para tener mí 3ra. venida, Vane me urgía a apurar mi orgasmo, porque para ella ya era mucho, finalmente después de batallar termine y nos quedamos dormimos otra vez.

Un rato después me levante pase al baño y me lave la cara y como pude me arregle el cabello, deje a Vane en la cama, completamente desnuda y bien dormida estaba boca arriba, los brazos arriba de la cabeza, una pierna estirada y la otra doblada dejando su vulva a la vista, se veía espectacular. Ya eran como las 4 de la tarde, no sé si llego el encargo que Vane esperaba y también me fui de su casa sin los papeles, hasta la fecha no se si a su vez, ella los había llevado a su casa como habíamos quedado.