Hermanos Gemelos

Hermanos Gemelos
Hermanos gemelos

Bueno para contar esta historia, es necesario decir que tengo un hermano
gemelo y desde que tengo memoria somos exactamente iguales, desde niños
vivíamos comparándonos físicamente, estamos muy unidos, creo que es algo
especial entre gemelos, somos tan idénticos que ni nuestros amigos nos
pueden distinguir, además desde siempre hemos hecho los mismos deportes
y ejercicios, así que nos desarrollamos iguales y bastante por cierto,
cuando teníamos 15 años ya teníamos el cuerpo bastante desarrollado para
nuestra edad, mediamos 175 cm., ojos verdes, pelo castaño claro y nuestros
penes estaban bastante desarrollados, además idénticos, ya que siempre nos
comparamos para ver si hay alguna diferencia entre nosotros.

Bueno cuando cumplimos 15 años, nuestros padres nos regalaron un viaje a
la costa para los dos, estábamos en las nubes, los dos solos lejos de casa
y sin padres que nos cuidaran, fue una semana hermosa, la pasamos muy bien
y cuando estábamos solos en el departamento que nuestros padres nos habían
alquilado andábamos completamente desnudos, ya que mi hermano y yo siempre
tuvimos la confianza para vernos desnudos sin ninguna maldad, bueno una de
esas noches decidimos dormir juntos, hablábamos de que los dos extrañábamos
a nuestros padres, fue por eso que nos abrazamos, fue la primera vez que
nuestros cuerpos desnudos estaban tan cerca, nos miramos a los ojos y nos
dimos un beso en los labios, lo cual fue muy hermoso, nunca habíamos tenido
ese tipo de inclinaciones pero tal vez el echo de estar solos, lejos de casa
y desnudos en la misma cama lo hicimos sin ninguna inclinación, pero bueno
no termino ahí, cuando nos estábamos besando sentimos nuestros penes erectos
al máximo, apoyados en la entrepierna, eso nos puso a mil y, de nuevo nos
volvimos a comparar los penes, se veían iguales y decidimos masturbarnos,
tampoco era la primera vez que lo hacíamos juntos, nunca nos avergonzamos de
vernos desnudos y menos en las sesiones de masturbación, solo que esta vez
era distinto, cuando nos estábamos masturbando mi hermano me dijo: ¿quieres
que te masturbe y después me masturbas tu?, a lo cual dije enseguida que si,
mi hermano comenzó a masturbarme suavemente, con solo sentir el contacto de
su mano en mi pene fue espectacular, se sentía tan bien que alguien te
masturbara, mi hermano seguía cada vez con más dulzura, yo le di un beso en
los labios, mi hermano abrió su boca y recibió con agrado mi lengua en su
interior, yo suavemente tome su pene, una corriente invadió todo mi cuerpo,
era la primera vez que tocaba un pene que no era el mío, pero a la vez era
como si lo fuera y me sentí muy bien estábamos en eso cuando le dije si
agregábamos algo más, mi hermano me miró y con sonrisa cómplice, la cual
conocíamos de memoria, me dijo que si, entonces lo tome de las manos y me
acosté a su lado, comenzamos a abrazarnos y a besarnos como una pareja de
enamorados, era como si estuviera acostado conmigo mismo, lo cual me éxcito
mucho y a mi hermano también, luego de un rato, comencé a besarle el pecho y
a acariciarle sus hermosas nalgas, seguí bajando hasta que llegué a su pene
y comencé a lamerlo, mi hermano se retorcía de placer, yo seguía pasando la
lengua por su tronco, lo cual me llenaba de placer, mientras tanto con mis
manos acariciaba sus nalgas, mis dedos trataban de introducirse en su culito,
mi hermano reaccionó y busco acomodarse mejor, nos pusimos en un perfecto 69
y entonces me comenzó a besar mi pene en un momento se metió todo mi pene en
su boca, yo comencé a retorcerme de placer, sus manos acariciaban mis nalgas
y sus dedos se introducían en mi cerrado agujero eso me hizo vibrar y comencé
a lamer sus huevos, recorriendo con mi lengua hasta su hermoso y cerrado
agujero, comencé a lubricarlo con mi lengua, mientras mi hermano me hacia lo
mismo, así fue nuestro primer orgasmo, mi hermano tenia todo mi pene en su
boca y yo todo el de él en la mía, en un momento empezamos a gemir y a
convulsionarnos sentí un chorro de semen en mi garganta mientras sentía que
descargaba el mío en la boca de mi hermano, nos tomamos todo nuestro néctar,
luego nos abrazamos y comenzamos a besarnos sintiendo el sabor de nuestros
néctares en la boca de el otro, así nos dormimos abrazados y desnudos.

Terminaron nuestras vacaciones y volvimos a casa, después de
contarles a nuestros padres la experiencia de haber viajado
solos y lo bien que lo pasamos nos fuimos a dormir.

Paso un tiempo y un día que estábamos solos en casa, mi
hermano se daba una ducha y yo estaba en mi cama mirando
televisión, cuando salió mi hermano se desnudo frente a mi
como lo hacíamos siempre, pero esta vez se sentó en mi cama y
me dijo, sabes que me gusto mucho lo que hicimos esa noche en
la playa, a lo que yo le respondí que a mi también me gustó y
que quería volver a repetirlo, enseguida nos besamos y yo sentí
que mi pene no aguantaba la presión de mis slip y bermudas, mi
hermano se dio cuenta y mientras me besaba comenzó a sacarme las
bermudas y los slips quedandome completamente desnudo, entonces
nos acariciamos y nos lamimos todo el cuerpo, no quedo un lugar
de nuestros cuerpos sin que lo acariciáramos, así estábamos cuando
le dije a mi hermano, quiero cojerte y que vos me cojas a mi,
mi hermano se puso a mil, me recosté boca arriba y mi hermano
se acostó arriba mío chupando todo mi pene, yo me lleve el suyo
a mi boca, nos lamíamos a la perfección no se si por el echo
de ser gemelos pensábamos lo mismo, el echo fue que hacíamos
lo mismo, en un momento comencé a chuparle su hermoso agujero
hasta entonces virgen, también se puso como loco y con sus
manos se abría las nalgas para permitir un mayor contacto con
mi lengua, comencé a meterle un dedo y jugaba con mi dedo
dentro de él, mi hermano seguía retorciéndose de placer, luego
un segundo dedo y un tercero, estuve un rato así alternando
con mi lengua su pene y sus testículos mientras le trabajaba
su agujero con mis dedos, mi hermano seguía chupando mi pene
que, estaba por explotar, luego cambiamos de posición, mi
hermano se arrodillo al borde de la cama dejando sus hermosas
nalgas fuera de la cama ofreciéndome su agujero en todo su
esplendor, me ubique detrás de él y doblando un poco mis
rodillas puse la punta de mi miembro en la entrada de su
agujero, mi hermano echaba la cabeza para atrás, así nos
besábamos y en un momento y debido a nuestra inexperiencia lo
penetré de un solo golpe, mi pene entró en su culo como una
flecha atravesandole su estrecho agujero, mi hermano largo un
grito y se desplomó hacia delante quedando en la posición de 4
patas, lagrimas de dolor salían de sus ojos, literalmente lo
abrí en dos, luego de un momento que nos quedamos quietos y el
dolor pasó, a mi también ya que al entrar de golpe me dolió
bastante, lo agarré de la cintura y comencé a salir de su
agujero, salió casi todo y volví a entrar, esta vez más suave,
mi hermano ya estaba relajado y gozaba como nunca, comencé a
sacarlo y meterlo cada vez mas rápido, fue tanta la excitación
de mi hermano que comenzó a presionar con su agujero mi pene y
largo su descarga de néctar sobre la cama, yo no daba mas y
comencé a largar mi descarga dentro de su cuerpo sintiendo la
mas increíble sensación de placer, caí arriba de cuerpo de mi
hermano, lo comencé a besar hasta que saque mi pene de su
agujero, con mi lengua fui besando el cuerpo de mi hermano
hasta llegar a su roto agujero, estaba abierto y rojo por el
ataque sufrido, comencé a pasarle la lengua recuperando el
néctar que se escapaba por sus muslos, mi hermano me dijo, me
mataste, me partiste, yo avergonzado, le dije que él me tenia
que hacer lo mismo y de la misma manera, ya que era lo justo.

Pero mi hermano al parecer tenía otras intenciones, me
dijo, no te preocupes, nos recostamos un rato abrazados y
besándonos, en eso sentimos que llegaban nuestros padres y
tuvimos que suspender la sesión, quedándome con ganas de
sentir a mi hermano dentro mío.

Esa noche nos fuimos a nuestra habitación un poco mas tarde
que de costumbre, nos acostamos y yo me dormí casi enseguida,
no se cuanto rato paso pero sentí un dolor en mis muñecas y
desperté, grande fue mi sorpresa cuando vi que mi hermano me
había atado las muñecas al respaldo de la cama, dejándome boca
abajo, entonces le pregunté que que hacia, y me dijo no te
preocupes por eso ahora es mi turno, es verdad que eso me
estaba excitando mucho, pero también tenia mucho temor, mi
hermano siguió atándome de los pies, dejándome con los brazos
y las piernas abiertas como una gran X, me asuste y le dije
que no quería así, y él me dijo, no te preocupes, confía en mi,
traté de decirle que no quería pero él me puso un pañuelo en
la boca y así comenzó su tratamiento, comenzó a besarme la
espalda y bajando sus manos hasta mis nalgas por encima de mis
slips, se subió encima mío y sentí su gran miembro en mis
nalgas, era como si yo mismo estuviera encima mío, comenzó a
besarme el cuello y a morderme suavemente mis orejas, siguió
bajando con su lengua por mi espalda, eso me excitaba mucho
pero a la vez estaba asustado, ya que no podía hacer nada por
la posición en que estaba, luego comenzó a morderme suavemente
las nalgas por encima de los slips, en un momentos los agarró
y me los rompió de tal forma que quedaron mis nalgas a su
merced y solo jirones de lo que habían sido mis slips, él comenzó
a jugar con mi agujerito que se resistía lo mas posible, pero
que fue cediendo a medida que alternaba con su lengua y sus dedos,
sentí como me penetraba con un dedo, y fue un placer enorme,
luego siguió con un segundo dedo y luego con un tercero, yo
estaba que enloquecía de placer, luego el retiró sus dedos y yo
sentí un vacío en mi agujero que, llegaba a m*****arme, enseguida
levante mis nalgas para hacerle saber que me gustaba lo que me
estaba haciendo, él me besó mi agujero y sentí como su humeda
lengua fue entrando mas y mas, luego se acostó encima mío y
pude sentir su enorme cabeza en la entrada de mi agujerito, con
sus manos, abrió mis nalgas y me clavó toda su estaca de un
solo golpe, yo sentí el dolor más grande de mi vida y traté de
gritar, no podía ya que tenia el pañuelo en la boca, gruesas
lagrimas de dolor caían por mis mejillas, mi hermano se quedó
un rato así, luego comenzó a sacar su miembro y cuando salió
todo, entró con todas sus fuerzas en mi, yo sentía como si un
fierro caliente me estuviera quemando todo por dentro, mi
hermano me dijo, eres mío y desde hoy solo serás para mi y yo
para ti, comenzó un mete y saca que me volvía loco de dolor,
sentía como mi hermano me violaba, empecé a sentir un gran
placer y comencé a excitarme y así le hice saber a mi hermano,
cuando él sacaba su miembro, yo levantaba lo mas que podía mis
nalgas para que volviera a entrar en mi, mi hermano se acostó
encima mío y sin sacar su miembro de mi agujero, me desató las
manos y sacó el pañuelo de mi boca, así quedé solo atado con
las piernas abiertas, pero eso ya no me m*****aba, mi hermano
me dijo, perdóname pero quería sentirte así, giré lo más que
pude, y le di un beso en sus labios, luego él tomándome de las
caderas, me llevó hacia atrás quedando en cuatro y así comenzó
nuevamente, yo cada vez estaba mas y mas excitado, luego de un
rato sentí que venia mi orgasmo y comencé a contraer mi
agujerito, lo cual puso a mi hermano en aviso y comenzó con
fuertes embestidas, sentí como largaba fuertes chorros de su
néctar dentro de mi, los sentía en mis intestinos, calientes y
un placer que jamás había sentido, yo sin siquiera tocarme
largue mi néctar, y me desplome en la cama con mi hermano
encima mío, sentía como su miembro tomaba su tamaño normal, y
se quedó dentro mío, estuvo así un rato, mientras nos
seguíamos besando, comencé a sentir como su miembro volvía a
hincharse dentro mío y comenzaba a bombearme nuevamente, y
después de un rato volví a sentir su néctar dentro mío pero,
esta vez, ya salía por los costados, por la cantidad que tenia
ya dentro mío, luego de esa noche, nos amamos muchas veces mas.
Hasta que empezamos a fijarnos en un compañero de nuestro
curso y decidimos darle un tratamiento muy especial, pero eso
es para mas adelante.